Calendario que recuerda la importancia de respetar los plazos en un despido disciplinario

Plazos: ¿Puede ser el despido improcedente si todo está probado?

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A veces, no basta con tener razón. Eso es lo que han aprendido en una empresa de la Comunidad de Madrid que despidió a un trabajador tras descubrir, con la ayuda de una agencia de detectives, que usaba su jornada para hacer recados, pasear o incluso sacar al perro.

El problema: se les pasó el plazo para actuar. El resultado: el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha declarado el despido improcedente, condenando a la empresa a indemnizarle. Una historia que demuestra que, en materia de despido disciplinario, la forma importa tanto como el fondo.

El trabajador realizaba compras y paseaba en horario laboral

Todo empezó con una sospecha. La empresa notó que uno de sus empleados, con años de antigüedad y representante sindical, tardaba mucho menos que sus compañeros en completar su trabajo, por lo que decidieron investigar.

El 31 de mayo de 2023 comenzó su jornada a las 6:36, terminó las inspecciones a las 9:05 y pasó el resto de la mañana entre tiendas, centros comerciales y su domicilio, mientras que el 2 de junio terminó a las 8:44 y al mediodía ya paseaba tranquilamente al perro por su barrio.

La dinámica se repetía: cumplía el mínimo de 18 inspecciones diarias, y luego desaparecía. No volvía al centro de trabajo, pero sí rellenaba los partes como si hubiese trabajado hasta las 15:00.

El TSJM declara el despido improcedente por prescripción de la falta

La empresa lo tuvo claro: su comportamiento suponía una clara transgresión de la buena fe contractual y un fraude en el control horario. El despido disciplinario llegó el 28 de agosto de 2023, con pruebas documentadas y el informe de detectives en mano.

Pero la sentencia fue otra, ya que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid entendió que la empresa ya tenía toda la información necesaria desde el 21 de junio de 2023, momento en el que finalizó tanto la investigación, como el seguimiento.

Los magistrados determinaron que, desde esa fecha, la empresa contaba con medios suficientes para actuar. Al esperar más de 60 días naturales para comunicar el despido, el procedimiento quedó fuera de plazo.

La documentación aportada por la empresa para justificar una entrega más tardía del informe no fue ratificada en juicio, y en materia laboral, cuando los plazos prescriben, la infracción se evapora, incluso cuando ha sido probada.

Sentencia del TSJ de Madrid: despido improcedente e indemnización

La resolución quedó recogida en la Sentencia STSJ M 428/2025, dictada en enero de 2025, condenando a la empresa a:

  • Readmitir al trabajador o pagarle una indemnización de 48.899,49 euros.
  • Abonar los 360 euros de productividad no pagados.
  • Asumir las costas y perder el depósito judicial.

¿Por qué el control de los plazos es clave en el despido disciplinario?

Esta sentencia es un recordatorio para cualquier empresa: no basta con tener pruebas. Para que un despido disciplinario sea válido, hay que actuar dentro de los plazos legales, sobre todo cuando se trata de sancionar una falta muy grave.

Cuando una compañía detecta un posible incumplimiento laboral (como el bajo rendimiento, la simulación de jornada o el uso indebido del tiempo de trabajo), debe actuar con rapidez y asesorarse bien.

¿Qué consecuencias tiene no respetar los plazos en un despido disciplinario?

En materia de despido disciplinario, el calendario puede ser tan importante como las pruebas. El artículo 60.2 del Estatuto de los Trabajadores marca los tiempos:

  • Las faltas leves prescriben a los 10 días.
  • Las faltas graves a los 20 días.
  • Las faltas muy graves los 60 días.

Estos plazos se computan a partir de la fecha en que la empresa tuvo conocimiento de la comisión de los hechos, pero en cualquier caso, ninguna falta puede sancionarse cuando hayan pasado más de 6 meses desde que ocurrió.

¿Y si la empresa se salta estos plazos cuando me despide?

El despido, por muy justificado que parezca, puede ser declarado improcedente. Es lo que ocurrió en este caso: la empresa tenía pruebas y un informe de detectives… pero reaccionó fuera de plazo.

¿Qué diferencia hay entre despido improcedente y nulo?

Un despido improcedente significa que se hizo mal, pero no vulneró derechos fundamentales; el trabajador puede ser indemnizado o readmitido. En cambio, un despido nulo (por ejemplo, cuando se despide a una embarazada sin causa justificada) implica la readmisión obligatoria y el pago de los salarios atrasados. El incumplimiento suele dar lugar a despido improcedente, no nulo, salvo que afecte a derechos protegidos como la libertad sindical o la igualdad.

¿Qué derechos tengo cuando me despiden sin respetar el procedimiento?

Si la empresa no cumple los requisitos legales del despido (como el plazo o la forma escrita), puedes reclamar y lograr que el despido se declare improcedente o incluso nulo. Esto te dará la posibilidad de elegir entre volver a tu puesto o recibir una indemnización. Y sí, en muchos casos también a cobrar salarios que te hayan dejado de pagar injustamente.

¿Puede una empresa despedirme por bajo rendimiento si cumplo con lo mínimo?

Puede intentarlo, pero tendrá que demostrar algo más que tus números. Cuando cumples lo pactado (como el mínimo de tareas diarias), alegar bajo rendimiento es muy complicado.

¿Cuáles son los errores más comunes al despedir?

Los tres grandes fallos son: no respetar los plazos, no detallar los hechos en la carta de despido y no tener pruebas sólidas. Pero hay otro más sutil: confiarse. Pensar que por tener razón, todo está ganado. La legislación laboral exige precisión milimétrica y no actuar a tiempo puede costar miles de euros.

3 mitos que debes conocer si te enfrentas a un despido disciplinario

Incluso cuando parece que el despido es incuestionable, la ley tiene sus reglas, y si la empresa no las respeta, el despido puede volverse en su contra, tal y como ilustra este caso, que es una buena oportunidad para desmontar cinco creencias erróneas sobre los despidos disciplinarios:

❌ “Si me graban paseando durante mi jornada laboral, me pueden despedir sin más”

✅ La ley no funciona así. Aunque la empresa tenga vídeos que prueben tu conducta, no puede despedirte de forma automática. Recuerda que la clave está en el artículo 60.2, que establece los plazos máximos de para sancionar desde que conoce los hechos. Cuando se pasa ese plazo, aunque la falta sea evidente, el despido puede ser declarado improcedente.

❌ “Si hay un informe de detectives, ya está todo ganado por la empresa”

✅ No necesariamente. Los informes de detectives privados pueden ayudar, pero no son garantía de nada si no se utilizan correctamente. Para que un juez los tenga en cuenta, deben cumplir varias condiciones:

  • Que no vulneren la intimidad.
  • Que el detective confirme el contenido.
  • Que se respeten los plazos del artículo 60.2 del Estatuto.

❌ “Si no trabajo toda la jornada, no tendré derecho al plus de productividad”

✅ Depende de lo que diga el contrato. Muchas empresas pagan un plus de productividad si alcanzas ciertos objetivos, como un número mínimo de tareas diarias. Si cumples ese objetivo, aunque acabes antes de hora, tienes derecho a cobrar el plus.

Cuando te enfrentes a un despido disciplinario, recuerda: la ley no protege solo a quien tiene razón, sino también a quien sabe ejercerla. A veces, un pequeño detalle (una fecha, una forma, una prueba mal presentada) puede cambiarlo todo. Si crees que la empresa se ha saltado alguno de estos puntos… quizá no todo esté perdido.

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