Imagina que estás buscando un apartamento para tus próximas vacaciones. Ves uno que, además de ser bonito, promete snacks y bebidas de cortesía. Seguramente pensarías: “¡Este anfitrión se preocupa por sus huéspedes!”. Ahora, como gestor de un alquiler turístico, ¿te has preguntado si esos pequeños gestos pueden ayudarte a optimizar tus impuestos? La respuesta es sí, y aquí te contamos cómo.
El caso que cambió las reglas del juego
Un propietario de alquileres turísticos en Madrid se encontró con una duda fiscal: ¿podía deducir en su declaración de la Renta el coste de detalles como bombones, bebidas o decoraciones especiales? Aunque tenía tickets justificativos, el Tribunal Económico-Administrativo Regional (TEAR) de Madrid rechazó la deducción por considerar que faltaba probar la conexión directa de esos gastos con la actividad. Fue entonces cuando decidió llevar el caso hasta el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), donde finalmente obtuvo un fallo favorable.
¿Qué dice la ley del IRPF sobre la deducción de gastos en alquileres turísticos?
La fiscalidad de los pisos turísticos en España puede parecer un rompecabezas, pero tiene reglas claras: los ingresos derivados de esta actividad tributan en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas como rendimientos del capital inmobiliario o como rendimientos de actividades económicas, según cómo gestiones tu alquiler.
- Capital inmobiliario: si lo gestionas por tu cuenta y no cuentas con un empleado dedicado exclusivamente a esta actividad, los ingresos se clasifican como rendimientos del capital inmobiliario. En este caso, podrás deducir los gastos directamente asociados a la obtención de dichos ingresos, como reparaciones, mantenimiento o suministros del inmueble.
- Actividades económicas: si tienes contratada, al menos, una persona a jornada completa para gestionar la actividad, tus ingresos pueden tributar como rendimientos de actividades económicas.
La importancia de justificar los gastos asociados a a tu alquiler turístico
El artículo 23 de la Ley 35/2006 del IRPF establece que solo puedes deducir los gastos necesarios para la generación de ingresos. Ahora bien, “necesarios” no es suficiente. Los gastos deben estar bien justificados, y aquí es donde entra la clave:
- Tickets y facturas: esenciales, pero no suficientes.
- Relación directa con la actividad: debes demostrar que esos gastos mejoran la experiencia del huésped y, por ende, influyen en la rentabilidad del alquiler.
- Pruebas adicionales: fotografías del inmueble decorado, comentarios de huéspedes que elogien los detalles ofrecidos (como snacks o bebidas de bienvenida), e incluso contratos con empresas de gestión pueden reforzar tu caso.
Cómo este propietario convenció al TSJM
El caso ante el TSJM giraba en torno a obsequios que incluyeron aperitivos y bebidas de bienvenida y decoraciones navideñas, como un árbol para las fiestas, y para respaldar su postura, el propietario presentó algo más que tickets, como fotografías del apartamento decorado o comentarios de huéspedes en plataformas de alquiler, elogiando los detalles especiales.
El tribunal no solo aceptó estas pruebas, sino que también destacó que los obsequios eran moderados, relevantes para la experiencia del huésped y ayudaban a generar valoraciones positivas, impactando claramente en la rentabilidad del negocio.
3 claves para deducir los gastos de tu alquiler turístico
Si quieres asegurarte de que esos pequeños detalles que ofrecen una gran experiencia a tus huéspedes también te ayuden fiscalmente, toma nota:
- Guarda cada ticket y factura: incluso el de los snacks que compraste en el súper.
- Documenta tu esfuerzo: haz fotos de los obsequios y decoraciones en tu inmueble.
- Utiliza los comentarios de tus huéspedes: una buena valoración en plataformas como Airbnb puede ser más que una muestra de satisfacción, especialmente cuando aluden a este tipo de obsequios.
Pequeños detalles marcan la diferencia en la experiencia de tus huéspedes, y ahora sabes que también pueden mejorar tus números fiscales. Gracias a esta sentencia, tienes una excelente oportunidad para optimizar tus impuestos y diferenciarte como anfitrión sin preocuparte por gastos excesivos.
La legislación está de tu lado, siempre y cuando hagas las cosas bien. En nuestro despacho, entendemos las particularidades de los alquileres turísticos y te ayudamos a aprovechar cada ventaja fiscal. Contáctanos hoy y descubre cómo convertir tus detalles en beneficios.
5 mitos sobre la deducción de gastos en alquileres turísticos
Ahora vamos a contarte la verdad detrás de los mitos más comunes para que evites sorpresas con Hacienda.
Mito 1: “Cualquier gasto que haga para mi alquiler turístico es deducible”
No todo vale. Aunque parezca que los snacks, bebidas o incluso la decoración que compras para tus huéspedes son siempre deducibles, la ley lo deja claro: solo podrás deducir los gastos necesarios o directamente relacionados con la obtención de ingresos. Esto significa que sí, puedes incluirlos, pero solo si puedes demostrar que esos detalles están vinculados con la experiencia que ofreces y que realmente impactan en la rentabilidad de tu negocio. Sin pruebas claras, Hacienda puede rechazarlos.
Mito 2: “Puedo deducir gastos aunque mi alquiler turístico no haya generado ingresos”
Para que un gasto sea deducible, tiene que haber generado ingresos en el mismo período fiscal. Según la normativa del IRPF, solo se pueden deducir gastos que estén relacionados con períodos efectivos de arrendamiento. Si no has ingresado nada, Hacienda podría considerar que ese gasto no está relacionado con la actividad de alquiler.
Mito 3: “Con guardar los tickets ya tengo suficiente para justificar los gastos”
Necesitas algo más. Fotografías del apartamento decorado, reseñas de huéspedes en plataformas como Airbnb elogiando tus detalles, o cualquier prueba que demuestre que ese gasto mejoró la experiencia del cliente serán claves. Estos elementos dan fuerza a tu caso y aumentan las posibilidades de que Hacienda acepte tu deducción.
Mito 4: “Puedo deducir cualquier gasto asociado al alquiler turístico, incluso los más extravagantes”
Aunque quieras impresionar a tus huéspedes con obsequios de lujo o servicios exclusivos, Hacienda pone límites. Los gastos deben ser moderados y razonables. Por ejemplo, incluir dulces y bebidas está dentro de lo aceptable, pero regalar una cesta gourmet valorada en cientos de euros podría ser rechazado. Es fundamental que los gastos sean proporcionales a los ingresos que generas con tu alquiler turístico.
Mito 5: “Si Hacienda rechaza mi deducción, no puedo hacer nada”
Que Hacienda te diga “no” a una deducción, no significa que todo esté perdido. Puedes recurrir. La clave está en documentar todo y, de ser necesario, defender tu postura ante los tribunales.
5 tips para deducir gastos en tu alquiler turístico (y evitar problemas con Hacienda)
Dedicar tiempo y esfuerzo a justificar los gastos no solo te ahorrará dolores de cabeza, sino también dinero en tu declaración de la Renta. Aquí tienes 7 consejos para sacar el máximo partido a tus deducciones sin cruzar la delgada línea roja de Hacienda.
1. Conserva algo más que los tickets
Imagina esto: compras un árbol de Navidad para decorar tu apartamento turístico en diciembre. Tienes el ticket, pero Hacienda te pide más pruebas. ¿Qué haces? La clave está en documentarlo todo. Además de guardar los tickets o facturas, toma fotografías de la decoración, guarda capturas de comentarios de huéspedes en Airbnb o Booking que elogien esos detalles y mantén un registro de reservas durante el periodo en que ofreciste el servicio.
2. La regla de oro: moderación y proporcionalidad
¿Cestas gourmet de 300 euros para cada huésped? No, gracias. Hacienda quiere que los gastos sean razonables. Si tus obsequios parecen más propios de un hotel de cinco estrellas que de un alquiler turístico, podrías tener problemas. Gastos como snacks, bebidas o pequeños detalles de bienvenida son perfectamente deducibles, siempre que su coste sea moderado y puedas justificar su impacto positivo en la experiencia del huésped.
3. Saca partido a las mejoras estructurales
¿Estás pensando en instalar ventanas de doble acristalamiento o paneles solares? Algunas mejoras, como las relacionadas con la eficiencia energética, pueden darte acceso a deducciones adicionales, siempre y cuando cumplas con los requisitos establecidos por la normativa vigente. No olvides solicitar las certificaciones necesarias para respaldar estas deducciones.
4. Registra los acuerdos con tus inquilinos
Si alguna vez decides ofrecer descuentos en el precio de tu alquiler como promoción o incentivo, asegúrate de reflejar esos ajustes en tu contabilidad. Esto puede influir directamente en cómo Hacienda calcula tu rendimiento neto y te evitará problemas más adelante.
5. Organización: tu mejor aliada
Deja las prisas a un lado. Dedica tiempo a organizar tus tickets, facturas, contratos de alquiler y cualquier otra evidencia antes de que llegue la hora de presentar tu declaración. Esto no solo te ayudará a evitar errores, sino que también hará que cualquier posible inspección de Hacienda sea un proceso más fluido.
Optimizar tus deducciones fiscales no es solo una cuestión de ahorrar dinero, sino también de cumplir con las reglas. Con un poco de planificación y documentación, puedes disfrutar de los beneficios fiscales que ofrece tu alquiler sin preocuparte por sorpresas desagradables, ¡la clave está en los detalles!